Historia
Al noroeste de la provincia de Albacete, en un alto sobre un meandro del río Júcar se alza Jorquera. Una villa medieval que sorprende al visitante por la historia que mana de sus calles y los restos del castillo, en el que un día se hospedó el Cid Campeador. Comprender el pasado de esta localidad sólo es posible a través de la interpretación de los vestigios dejados por las distintas civilizaciones que pasaron por sus tierras.
La atalaya de la roca parece estar esculpida para el pueblo y sus gentes, que han sabido adaptarse a cortados de 200 metros de altitud.
Sus murallas almohades del siglo XII, con dos entradas naturales, la Puerta de la Villa y la Puerta Nueva, dan muestra del esplendor del que gozó la villa durante la época musulmana. La torre de Doña Blanca, que data del siglo XV, la Casa del Corregidor y la Iglesia de la Asunción conforman el rico patrimonio artístico de Jorquera.