Hoy restaurada y convertida en centro de exposiciones, la Torre de Doña Blanca fue construida a mediados del siglo XV para mantener cautiva a una dama, Doña Blanca, durante su secuestro. Ubicada junto a la Puerta Nueva, era una de las torres que defendía la villa.
En el casco urbano de Jorquera encontramos la parroquia de la Asunción declarada bien de interés cultural. Una edificación del siglo XV de construcción gótica concluida con elementos renacentistas. Del interior destaca la capilla de los Maldonado, con acceso a la cripta en la que se encuentran los restos de Juan Antonio Maldonado Albarracín, hijo de Jorquera.
Construcción almohade del siglo XII que se alza como uno de los conjuntos fortificados más destacados de la provincia de Albacete. Las murallas de Jorquera están declaradas bien de interés cultural y pueden observarse circundando la parte alta del cerro.
Lindando con el Ayuntamiento se haya la Casa del Corregidor. Un edificio barroco del siglo XVIII con labras heráldicas en la fachada y el escudo del Marqués de Villena.
Ermita ubicada en la pedanía de Cubas para la veneración de la Virgen de Cubas, patrona de Jorquera. De aspecto muy austero y construcción sencilla, la ermita es testigo del fervor de los jorqueranos, quienes trasladan a la patrona en romería hasta la localidad el penúltimo domingo de abril.
La necrópolis de ‘El Pelao’, situada sobre uno de los peñascos del margen izquierdo del Júcar, a unos 500 metros de Jorquera, es la prueba de que la localidad estuvo habitada mucho antes de la Edad Media. Se trata de una necrópolis tardo-romana y visigoda, donde se excavaron y documentaron numerosas tumbas.
El río Júcar serpentea a su paso por Jorquera, dando lugar a un espacio natural sorprendente, con estrechos cañones fluviales y bruscos meandros. En las laderas escarpadas en la roca surgen bosques de encinas, sabinas y pinos. Un entorno natural de gran valor y biodiversidad.
El mirador de Jorquera es una parada obligatoria para el visitante. Ante sus ojos se abre imponente una espectacular vista del pueblo con sus murallas, la torre de Doña Blanca, la iglesia y las serpeteantes aguas del río Júcar.